POR UN MÉXICO EN PAZ, CON JUSTICIA Y DESARROLLO
Hace dos meses, México sufrió uno de los ataques más cobardes y crueles del crimen organizado. Los actos ocurridos el 26 y 27 de septiembre en Iguala, Guerrero, han conmocionado a toda la Nación. En la tragedia de Iguala, se combinaron condiciones inaceptables de debilidad institucional:
• Un grupo criminal, que controlaba el territorio de varios municipios.
• Autoridades municipales, que eran parte de la propia estructura de la organización delictiva.
• Policías municipales, que ─en realidad─ eran criminales, a las órdenes de delincuentes.
A pesar de las acciones emprendidas en ésta y anteriores administraciones, algunas de estas condiciones siguen presentes en diversas zonas del país.
Para fortalecer las capacidades institucionales en materia de seguridad pública, así como de procuración y administración de justicia, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, anunció el jueves pasado diez medidas por la paz, la unidad y la justicia. Asimismo, y en reconocimiento de que la justicia rebasa el ámbito legal, presentó un plan integral para reducir la pobreza y desigualdad que padecen los estados del sur del país:
1. Ley Contra la Infiltración del Crimen Organizado en las Autoridades Municipales.
2. Redefinición del sistema de competencias en materia penal.
3. Creación obligatoria de Policías Estatales Únicas.
4. Creación de un teléfono único para emergencias, a nivel nacional.
5. Clave Única de Identidad.
6. Operativos especiales para la seguridad y el orden.
7. Derecho humano a la Justicia.
8. Fortalecimiento de los instrumentos para proteger los Derechos Humanos.
9. Combate a la Corrupción.
10. Gobierno Abierto, promotor de la transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana e innovación.