Dicha propuesta pretende modernizar el marco jurídico mexicano para permitir desarrollar una educación de mayor calidad y equidad, en donde el Estado recupere su papel fundamental en la rectoría sobre la política educativa nacional.

El contenido de la iniciativa se concentra en dos ejes principales:

  1. Establecer las bases para la creación de un Servicio Profesional Docente, que defina los criterios de acceso, promoción y permanencia de los profesores, garantizando con ello la calidad de la educación.
  2. Modernizar al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación con el fin de convertirlo en un órgano constitucional autónomo y dotarle así de atribuciones que le permitan evaluar los resultados del Sistema Educativo Nacional en su conjunto (docentes, alumnos, personal administrativo, equipo y procesos).