“La composición [del mural] son recuerdos de mi vida, de mi niñez y de mi juventud y cubre de 1895 a 1910. Los personajes del paseo sueñan todos, unos durmiendo en los bancos y otros, andando y conversando”. Diego Rivera.
La obra se realizó al fresco y tiene una superficie de 4.17m x 15.67m y pesa 35 toneladas.
Tres secciones componen el mural:
1. La conquista y la época colonial de México
2. Importantes escritores y personajes como Diego Rivera a la edad de 9 años, Frida Kahlo, y la Catrina.
3. Los movimientos campesinos y la Revolución Mexicana
El escenario en que todos estos personajes sueñan es la Alameda Central, icónico paseo de la ciudad de México.
La Catrina como símbolo popular de la muerte en México, fue bautizada como tal por el reconocido muralista Diego Rivera (1886-1957), y aunque en sus obras encontramos representaciones de esta dama blanca elegante y delgada, no fue el primero en incluirla en su obra, ya que fue José Guadalupe Posada (1852-1913) el precursor de esta representación.
En la época revolucionaria de México existía un periódico de Guadalupe Posada titulado “Calavera garbancera” en el cual buscaba representar al pueblo mexicano desenfado y festivo. La imagen del periódico era una calavera con sombrero que representaba al garbancero, es decir, al que pretende aparentar lo que no es, imagen que ahora conocemos como La Catrina.
La influencia de la obra de Posada le llegó posteriormente a Rivera, quien re-adaptó el concepto y le añadió nuevos atributos, ropa, porte y elegancia, como se puede ver en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”
Hoy en día, la catrina, siendo una invención popular, se ha vuelto un artefacto popular y ha salido de los límites del lienzo para ser parte de la cultura viva mexicana, de sus usos y sus costumbres.